31.8.18

Killing Eve (o la serie nueva de la Yang)

En varias ocasiones he confesado por aquí que uno de mis placeres culposos es ver Anatomía de Grey (en concreto, desayunar los sábados viendo el nuevo capítulo de la semana o, si no hay, alguno repe). Y me hace gracia cuando veo a los actores haciendo otros papeles.



Cuando me enteré que Sandra Oh (la que hacía de Cristina Yang) tenía seríe nueva, no tardé ni un plis en ponerme a verla. A pesar de que es una actriz tipo Meg Ryan o Queen Latifah, que parece que en todos sus papeles hacen de sí misma, me gusta muchísimo.

Killing Eve va sobre una policía (la Oh) que busca a una asesina (Jodei Comer). Por ahora son solo 8 capítulos de 40 minutos (habrá 2ª temporada), así que no se hace pesada. Y como cada capítulo te deja con ganas de más, te la ventilas en una sentada.



Tras 10 minutos viendo la serie, te das cuenta que la rubia está fabulosamente majareta y te da más ternura que miedo (angelical, mona, adorable... y chalada). Las protagonistas están impresionantes, la verdad, y, aunque el argumento es más viejo que la rueda, la historia está contada de una manera que parece la trama más novedosa de la televisión.
  • Lo mejor: ellas dos. Y el último capítulo, que es la leche.
  • Lo peor: el temor a que metan la pata con la temporada 2.

En fin. Que viva mi Yang!!

(Imágenes de IMDB)

29.8.18

Frases adorables que afloran mi instinto asesino

"Tranqui, que todo pasa".
"Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana".
"Eso es que te tiene envidia".



Quién no ha dicho alguna vez una (o todas) estas frases hechas!? Que sí, que lo soltamos con toda nuestra buena voluntad (confieso que yo también lo hago), pero lo cierto es que a la persona que las oye le sirven para poco.

De todas estas, hay varias que me repatean especialmente. Os cuento:

# Apenas sabe a ajo, seguro que ni lo notas.-

A ver, no me gusta el ajo. Me da igual que sepa mucho o poco, que esté cocido o que le hayas quitado el corazón. Ajo kk. Lo noto, lo huelo y lo sufro.

Y sí, huele mucho. Si tú, personaquecomeajo, no lo notas es porque estás acostumbrada, pero te canta el aliento que flipas :S

# Pero si eso no duele!-

Vale, no te dolerá a ti, pero a mí una jaqueca me hace desear cortarme la cabeza con un hachazo al más puro estilo Stark (si no has visto Juego de Tronos, ignora este símil).

Sé que todos tenemos el umbral del dolor en niveles distintos, pero yo no tengo culpa que en algunas cosas el mío esté bastante bajo. Los lumbagos los aguanto sin problema, las inyecciones me dan igual y no me quejo en el dentista, pero no me fastidies cuando lo estoy pasando mal.

Esto me pasó cuando me operaron del esófago y de la vesícula. Me parece genial que haya gente que 6 horas después de salir del quirófano puede ponerse a bailar un tango, pero yo estuve 3 semanas jodida entre las grapas y las heridas.

Bueno, y no me vengas con lo de que no duele depilarse a la cera. Es horrible, un martirio y no, tras 15 años haciéndolo, no me acostumbré y me pasé al lado oscuro de la bendita cuchilla.

# Yo es que soy muy sincerx.-

Pues mira, yo no. La sinceridad está sobrevaloradísima y, la mayoría de las veces, es inoportuna y maleducada.

Hay un momento para cada comentario, además de una persona propicia para hacerlo o recibirlo. Que me digan las cosas claras mi gente, pues vale (siempre que sea en el momento adecuado y no a destiempo). Pero que alguien random me haga de abanderado de la sinceridad y me suelte cosas que no le he pedido, pues qué queréis que os diga, me toca un poco la pera.

Y lo mismo al contrario. Si a mí me parece que vas como un fantoche, no seré yo quien te lo diga. Tú tienes espejos y si quieres ir embutida en botas blancas de polipiel, será porque te gustan. Así que ole tú y mi sinceridad que se quede calladita.

Bonus track: No sé si tengo calor o el calor me tiene a mí.

Esto lo repite mi suegra cada día en verano, alrededor de 38904 veces al día. Creo que por eso le he pillado tirria a la frasecita XD

En fin. Que viva el polipiel!

(Imagen)

27.8.18

Mejor la ausencia... ¿o no?

A veces las ausencias duelen, otras veces son necesarias y, en el caso de este libro, como bien lo titula Edurne Portela, es muchísimo mejor la ausencia.

Nos lo recomendó mi prima Bienve y yo, como obediente que soy, me puse con él en cuanto lo tuve a mano.

Amaia, la protagonista de la novela, cuenta situaciones de ella y de su familia desde que tiene 4 añitos y durante bastante tiempo.

Se lee muy rápido porque es muy interesante la historia y también por la manera de relatarla. Al principio realmente parece que estás oyendo la historia de una peque de 5, 6, 7 añitos. Después notas como va creciendo y como pierde esa inocencia del comienzo.

Me ha gustado mucho como se refleja la manera en la que todos los miembros de una familia, que están viviendo las mismas situaciones, reaccionan de un modo u otro y tienen diferentes desenlaces. También muestra a la perfección que lo que sucede en nuestra infancia influye durante toda nuestra vida. Y me callo, que me salen spoilers por las orejas, jajaja.

Al investigar un poco, veo que se la compara con Patria por estar ambientada en Euskadi y tratar el tema del terrorismo. No creo que se parezcan tanto en general, aunque sí me resultaron semejantes la evolución de dos personajes de cada libro (Gorka y Joxe Mari vs Aitor y Kepa).

Indagaré más sobre la amiga Edurne, que me han quedado ganas de leer más de ella.

Y sí, tras más de 3 años vuelvo a escribir en mi Acerico. No lo dejé por falta de ganas, ideas o motivación, pero bueno, surgió así y nunca encontraba momento para volver. Hasta hoy. Porque, como dije al principio, las ausencias a veces son necesarias, pero la mía no tiene porqué serlo, ¿verdad? :P

En fin. Que vivan los libros que suman!!

(Imagen)
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